domingo, 19 de octubre de 2014

Old as Time

Y en ese momento, con la débil luz de aquella vela iluminando suavemente aquella oscura habitación, cuando el agua helada rozó mi piel  sentí como renacía. En ese mismo instante era a la vez niña y adulta, joven y vieja, sabia e inocente, pura e impura, igual que el tiempo mismo, que la tierra y el universo. Podía sentir todos los seres del universos, todos los corazones latían como uno dentro de mi pecho. Me había vuelto etérea por unos instantes, me había vuelto eterna.

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