sábado, 29 de junio de 2019

A veces batallo con las relaciones inteerpersonales. Aunque no pueda parecerlo, el ser introvertida a veces hace la vida díficil. No son pocas las veces que me veo mirando el móvil, observando la última conversación, intentando averiguar si he interpretado bien esa respuesta, si no la he fastidiado y he enviado un mensaje que lo va a estropear todo, que va a enviar un mensaje equivocado. No lo sé. A veces es difícil entender a la gente. A veces se me corta la respiración con la llegada de un mensaje, para luego traer las palpitaciones y la hiperventilación. A veces ni siquiera pasa nada de eso. A veces simplemente me quedo mirando la pantalla, incapaz de encontrar las fuerzas para desbloquearlo, incapaz de ir a la conversación y ver que han dicho realmente...
A veces batallo con las relaciones, y mucho. Son tantas las veces que me he sentido acosada por gustarle a alguien y que no quieran aceptar que a mí no me gustan, que yo simplemente estaba siendo amable. A veces no entiendo que haya gente incapaz de continuar una amistad si tú no compartes sus sentimientos. A veces me duele que la gente me insulte a mis espaldas por cosas que ni he dicho ni he hecho, y que luego llegue a mis oidos por palabras de terceros. 
No sé, a lo mejor tengo algún problema, a lo mejor estoy mal hecha. A veces me pregunto si realmente mi existencia en este mundo sirve para algo, si mi realmente corta vida humana es realmente necesaria. Porque en verdad, ¿no soy yo un malgasto de oxígeno? En el mundo hay demasiados humanos ya, ¿que le puede ofrecer una insignificante hormiga cómo yo que no sabe hacer nada bien a nuestro planeta?
A veces batallo con la vida misma. ¿Tiene un significad? ¿Es tanto sentimiento realmente algo que merece la pena? ¿Qué sentido tiene vivir si la vida es sufrimiento y vamos a acabar muriendo? A veces me pregunto si mi cabeza estará bien, si estaré realmente sana. A veces... a veces me pregunto cómo es que la gente de mi alrededor. Conozco mis defectos, vaya si los conozco, y sé que no soy una persona dificil de tratar ni con la que convivir. Y es por eso que me pregunto ¿por qué? En la vida puedes tener a bonita a tu alrededor y a gente que te hace feliz. Yo tengo la suerte de tener ambos, y la verdad es que no me merezco a mis amigos. A veces me pregunto si no estarían mejor sin mí... si... si el mundo no sería un lugar un poco mejor sin mi presencia en él. Si tanta gente me odia... ¿a lo mejor soy realmente la persona tan terrible que tantos dicen que soy?

1 comentario:

  1. La vida siempre merece la pena. Nadie es ni tan malo ni tan bueno como dicen los demás. Todos tenemos defectos y eso no nos hace ni mejores ni peores sino diferentes, en eso reside la hermosura.
    Todos dejamos un rastro y puedo decir que el tuyo es maravilloso, el que no quiera verlo peor para él, sin ti el mundo sería muy diferente porque has dejado huella.

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